22 septiembre, 2007

Pobrecilla

¡Hoy hay que tenerle lástima!
Ha venido a la puerta de mi cómoda y blanquecina morada a pedirme que hoy yo le tenga pena.
- Me harté de la gente egoísta, ¿sabes? -me dijo hace un rato- Por una vez quiero permitirme ser egoísta yo también, que me tengan pena, que me consuelen y me digan ¡ánimo! ... Nadie me lo dice. Todos asumen que soy una persona sincera, y que deben ser sinceros conmigo.
- Tú le exiges eso a la gente- contesté. A mí también me educó para ser sincero con ella.
- Lo sé. Pero todos se lo toman demasiado en serio.
- ¿Preferirías que te mintieran entonces?
- ... yo... no. En realidad no- me contestó compungida. Suspiré frente a la puerta metálica.
- Está bien, entiendo lo que quieres decir. Ya calma. Tú sabes que puedes lograr lo que te propongas, y que puedes llorar y sentirte como estropajo cuando quieras, también.
- Gracias- oí que se deslizó hasta el piso por el otro lado de la puerta. Siempre que hace eso es porque la conversación va para largo. En efecto, después de un momento de silencio, me preguntó:
- ¿Tú crees que yo soy egoísta?
Es una pregunta difícil, así que me tomé mi tiempo para contestar.
- Creo que todo ser es egoísta- dije suavemente- todos quieren atención, quieren que los oigan y los entiendan. Es normal...
- Sí, pero entonces yo...
- ... pero entonces tú- continué- sólo intentas negar tu naturaleza. Lo sé mejor que nadie, tú tratas de ocultar aquello que no te agrada de los demás, pero posees en tí... tú...- de pronto me quedé mudo.
- ¿Yo qué? Oye...
"¿Estoy encerrado aquí adentro porque represento algo de ella que no le gusta? No puede ser... salió de mi propia boca. Me oculta de los demás porque quiere que nadie sepa que existo, eso era lo que yo creía, pero si le tomo el peso, quiere decir que me oculta sólo porque no encontró el modo de deshacerse de mí..."
Esto me deprimió mucho, y me quedé callado.
- Basta- dijo ella de súbito. Levanté la cabeza para mirar la puerta.
- Agáchate y mírame por debajo- agregó.
Le hice caso. Me puse de bruces en el piso, y por la ranura por donde siempre solía mirar sus pies, ahora veía un ojo, de pestañas largas y un poco adormilado, mirándome.
- Sé qué estás pensando- me dijo- y no es lo que tú crees. Por favor, no te pongas como los demás, que suponen cosas que no son, o que creen que el mundo es pequeño.
- Mi mundo ES pequeño- le dije, molesto y emocionado a la vez. Ver su ojo era (aunque suena ridículo) una muestra de credibilidad.
- No- me respondió, y el ojo me mostró que estaba sonriendo- tu mundo es más que esta caja blanca. Tu mundo se funde con el mío. Sólo a ti te permito ver lo que hay en mí, pero por eso no quiero que veas como soy. Me conoces más que nadie, aunque no me has visto, y me permites ser egoísta y ser caprichosa y ser envidiosa y ser todo aquello que para el resto jamás mostraré, si puedo evitarlo.
Nos quedamos en silencio. Pestañeamos. Y yo, como siempre, rompí el silencio de mala manera.
- Suena como si te creyeras la Madre Teresa.
Silencio nuevamente.
- Ese pensamiento me lo robaste- me contestó. Y empezamos a reírnos. A carcajadas. Fue el mejor momento de mi no-vida.

Entonces, hoy hay que tenerle pena. Ya se ha ido, pero me dejó un poco más tranquilo. No estoy en la habitación de la basura, estoy siendo guardado por algo más, y quizás un día me diga por qué. Por ahora le tendré pena. Le diré todas las cosas que el resto no le dice, la consolaré por las personas que ha perdido estos días y los pensamientos vacíos y sombríos que cruzan su mente. Oiré todas sus quejas sobre las personas que la rodean y sus defectos, sin recordarle los de ella, sin mirarla mal por eso, sin insultarla, sin herirla. Es bastante fácil herirla. Es muy difícil que se le olvide lo que le han hecho. Es una persona complicada.
Poco a poco me vuelvo un tipo trabajador. Pero tiene su parte buena. Siempre es divertido oír como le dice a los demás:
- ¡No quiero tu lástima!
O si no:
- Dime qué te pasó.
O si no:
- No importa, no te preocupes por mí.

Es una chica fuerte. ¡Sí, claro!

1 comentario:

Anónimo dijo...

oiem egoista tu? xq? x sentir?
no! es normal he de suponer q es normal xq sino lo fuera io seria un bicho bien raro....
lo importante con lo q uno siente no es bloquearlo xq sea "malo" sino q es no transformarlo en algo constante q uno sienta siempre a todas horas

te kero mona x ser kien eres no lo olvides

ishizu